jueves, 1 de diciembre de 2011


No sé si fue lo mejor o peor.

Aún sigo pensando en ti, en tu forma de cambiar mis ánimos.

Me siento peor cuando te busco y no te encuentro.

Porque solo desapareciste junto con todos los recuerdos.

Porque la vida no tiene sentido si ya no estás conmigo.

Me encuentro peor cuando sé que me enamore y sin ti me quede.

Aún sigo pensando en los malos tiempos en las olas de tormento y tu abrigo que nunca me supo dar calor.

Porque creo que es mejor si tu no estas así la soledad no se empeña en buscar las canciones del ayer aquellas dedicadas.

Porque es mejor si no te abrazo porque así no moriré en el remolino de tus palabras y engaños.

Porque es mejor saber que ya no volverás y no mentirle a mi corazon diciendole que pronto vendras.

Que ya no busque entre la oscuridad porque solo existe la claridad.

Que nunca existieron dos humanos que amaron solo un par de tontos que vivían ilusionados.

Que ya la canción termino y no nos quedó amor.

Ya no nos quedó recuerdos felices más que los amargos y desventurados.

No sé si sentirme mejor o peor cuando sé que solo queda la desilusión y el desamor de que tu amor mío ya no estés recordandome que aun amo y que aun sufro.
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Latidos de un Corazon: Heaven Masen
Porque el primer suspiro del amor es el ultimo de la razon.


martes, 29 de noviembre de 2011


Alma en pena

Todo lo que es conmigo será contigo
Porque aun rebuscas debajo de tu almohada mi perfume que en tus sueños se quedó plasmado
Porque aun miras una y otra vez mi fotografía y la abrazas contra tu pecho deseando que vuelva
La soledad te hace enloquecer cuando las tostadas se te queman y el café te queda amargo, cuando sirves dos platos y te das cuenta que solo eres uno.
Cuando se acaban los sueños y solo quedan paredes frías que aun guardan nuestros secretos más íntimos
Cuando piensas en mí sé que aún me amas,  cuando llega el deseo y avivas la pasión pero yo no estoy hay para aliviar tu dolor.
Dejas una y otra vez tus flores en el jardín para consolar tu error, la culpa te abate constantemente.
 así que pega la puerta y aruña el césped pero ya no volveré porque así tú lo quisiste.
  que no podrás aunque intentes olvidarme, sacas tu mejor sonrisa y dices que te sientes tan feliz de que a  tu lado ya no este.
Que cobarde al no decirle a tus vecinos y a los que crees que son tus amigos, que detrás de la ventana donde solíamos correr y jugar a las escondidillas
Ocultas mi cuerpo que yace enterrado con miseria, que me he convertido en un alma en pena.
Esas Flores que se secan sin razón porque trato de decirte que ya no siento amor
Que odio algo más que estar enterrada y que poco a poco mi cuerpo se deteriore
Odio el amarte y enamorarme.
No me cansare de llamarte por las noches y romper las vajillas contra el linóleo, porque me has convertido en un alma en pena y esa será tu peor condena.
Que vivas sin vida y mueras sin muerte.
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Latidos de un corazon: Heaven Masen.
Porque el primer suspiro del amor es el ultimo de la razon
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No se porque se me ocurrio esto que ideas mas locas, pero estoy creando muchas ideas alocadas y esta es una de ellas, aunque dentro de lo alocado puede estar lo acertado.


sábado, 12 de noviembre de 2011

Aun tengo mas por dar.


El susurro tan callado de tu amor
Esa vos que grita cada vez mas fuerte
que aun existen razones para amarte de nuevo

Me aferrare a seguir escuchando el eco de un Te Amo
Aun sigues hay no podre ocultar mis sentimientos
Cuando estos sin lugar a dudas te pertenecen solamente a ti
Únicamente a ti.

El significado de conveniencia, las palabras 
de siempre que se enredan en tu boca
y te hacen culpable ante mis ojos.

Pero aun así sigo amando cada...
centímetro de ti, aun a costa de mi felicidad
seguiré estando a tu lado para sostener
tu mano con fuerza y no soltarla otra vez.

Tu eres el fuego que calienta mi cuerpo
cuando hay invierno y tormentas frías 
Me entregare confiada a ti de nuevo
te daré herramientas para destruirme esperando,
que nunca mas lo hagas.

Así que espera que te diré lo que nunca te dije.
Te abrazare como nunca lo hice.
Daré mas de lo que he dado.

Aun nos queda historias por escribir
Aun falta amaneceres por vivir.
Así que espera amor mio 
y no te vayas nunca mas si no es conmigo.


Porque de ti depende que esto tenga otro principio
No dejes caer este amor que tienes en tus manos
quiérelo y entrégate.

Cambiemos las reglas del juego
y hagamos las nuestras, pongamosle
diferencia a un te quiero y al te amo.

Saca todo lo que tienes por dentro,
no lo pienses mas recuerda que aun
nos falta mucho por dar.


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Latidos de un corazon: Heaven Masen.
Porque el primer suspiro del amor es el ultimo de la razon.

domingo, 6 de noviembre de 2011



Amor y Pasión
I Parte

Tenía que elegir entre aquellos dos amores. la sustancia prohibida que me llevaba al delirio cada uno con aquel toque perfecto ¿Pasión y Amor? Como podía si cada uno me llevaba a la locura… cuando obtenía un pedazo de amor sentía que me faltaba aquella pasión que encendía cada centímetro de mi piel, y hubiera querido que se juntaran esas combinaciones que no tuviera que elegir mas… no tenía que estar entre la espada y la pared cada vez que me besaban, sentía la necesidad de los dos… aunque cuando uno no me llamaba mi corazón se afligía pero aun así de manera imperfecta el otro sabia remediarlo y eso era lo que se había convertido en un encanto.

Estaba viviendo un mundo de locura donde ese personaje que creían excluido siempre estaba presente… el tercero, el tercero que me hacia suspirar y envolverme en sus sabanas artísticamente el que sabia dibujar mi cuerpo con la punta de su dedo. Si me faltaba respirar para continuar con esta historia, ¿Pero cómo empezó este deseo?

No sabría decir cuando mi mente dejo de pensar para aprender a desear.

Flas-Back

Le agarre el rostro dulcemente para mirarlo a los ojos, el solo me esquivo la mirada y se zafo de mis manos.

-¿No piensas hablarme?- le pregunte tristemente a mi novio muy bien llamado “Jacob”

Ni siquiera se molesto en mirarme y siguió prestándole atención a la tele.

-Te estoy hablando.- subí el tono, odiaba profundamente que me ignoraran.

-Que quieres que te diga, que me emociona que mi madre me haya tenido que dar una charla de moral y luces por no ir a tu casa con tu madre esa noche.

-Entonces soy yo la que tengo que pedir disculpas.- inquirí.

-Si.- no lo pensó dos veces sonó directo y me dolió un poco su frialdad.

Me reí para mis adentros irónicamente, que podría hacer no iba a llorar y arrodillármele… decirle que me moría por besarlo simplemente no podía.

-No es mi culpa me dijiste que te viniera a buscar  mi mama te ha esperado más de tres veces y solo la has dejado plantada, no quieres entender que en serio quiero algo contigo y por eso vengo hasta tu casa y me calo tus embarques y se me hacen raíces en los pies de tanto esperarte… ya no puedo más Jacob, yo no te voy a obligar a que me quieras no te pido chocolates ni flores solo te pido que me quieras y me valores… solo eso.

-Claro que te quiero y mucho, te explique que me esperaras que tenía que ir un momento al Pool con los panas mi ropa estaba mojada mi mama no me había lavado absolutamente nada… para ir a tu casa tenía que estar presentable.

No respondí nada hice un mohín y solo me quede sentada mirando el frio linóleo… ya estaba harta de sus excusas baratas ya no podía mas, ya teníamos 1 años y 4 meses y nada que cambiaba aquella actitud. Mi mama ya sabía de él pero aun así quería conocerle y yo quería presentarlo quería darle aquel gran titulo de novio.

-¿Que estoy haciendo aquí?- pregunte para mis adentros visualice todo de reojo y no me acordaba de un Te Amo que haya salido de su boca… o un futuro que hablara de nosotros solo blanco brutal que no tenía ningún contenido lógico que me aferrara a estar con él.

Se hizo un silencio en su habitación, yo pensaba y el bueno sumido también en sus pensamientos. La tele la había apagado al menos se había dado el lujo de escucharme sin ninguna interrupción indiscreta.

Gemí disimuladamente el no me podía ver, estaba al lado derecho de la cama acostado mientras que yo estaba al lado izquierdo de la cama de perfil mirando aquel cuadro donde él y yo éramos todo y nada. Ese fue el día de mi cumple mis 17 este año de hecho, siempre había deseado tirarme en paracaídas y Jacob me había cumplido el sueño… ese día fue donde había entendido que a pesar de todo valió la pena conocerle.

Para un buen gusto un buen susto… no sabía que hizo de mi cara de Tragedia Griega que mi novio dejo  a un lado el orgullo y me jalo por la cintura para acercarme a él.

-Ahora si.- pensé para mis adentros… pero esta vez era yo, la que no quería saber nada de él.

Sabía que desde el momento en que le había hecho caso omiso le herí su orgullo masculino.

-¿Y ahora qué pasa?- se quejo.

-Absolutamente nada.- me porte lo más indiferente que pude. Aunque por dentro me estaba muriendo por lanzármele encima y comérmelo a besos.

-Genial.- rechino sus dientes.

-Genial.- volví a pronunciar sus palabras con toque sarcástico.

Me arrepentí de lo que había hecho y me voltee para mirarlo de frente.

-Es broma Jacob.

Me acerque a él para conciliar mis palabras pero otra vez volvió a rechazarme.
-Que delicado.- me queje afligida.

Puso los ojos en blanco y volvió a prender la tele.

Bufe… y cruce mis brazos con desaprobación.

-Iré a buscar algo de tomar ¿Quieres?

-No gracias.- dije con un hilo de voz… no lo podía evitar su indiferencia era como un puñal que se estacaba cada vez más profundo en mi pecho, y ahí no había escudo para mi corazón… no lo había.

-Gracias por despreciarme.- levanto una ceja sabía que ese era mi punto débil “El remordimiento” ya había ganado la guerra.

-Un jugo de naranja.- le respondí le tenía que especificar si no lo hacía terminaría tomándome una cerveza.

Jacob ya era mayor de edad… por suerte tenía licencia de conducir, no me alcanzaría los dedos para contar las veces que nos han multado por exceso de velocidad.

Apague la tele por mi cuenta, me cheque en el espejo que guardaba en mi chamarra y aun estaba arreglada… no solía llegar a mi casa como cuando salía de ella gracias a los movimientos que tiene Jacob para agarrar mi cabello y así poder besarme.

El había dejado los estudios en 5to… me había jurado que no empezaría la universidad sin mí, dijo que había muchos perros y no me dejaría con ellos. Así que había decidido esperarme pero yo ya había terminado el bachillerato y le propuse a mi madre tomar un año de descanso aun me quedaba tiempo para mi carrera de derecho, al principio ninguna de las dos estuvo de acuerdo pero luego se acostumbraron a la idea.

Por suerte eso si no le quitaba a Jacob era muy trabajador, cualquier cosa que se viera disponible él no lo dejaba para otro día gracias a ello salíamos al cine y esas cosas… mi suegra no era de esas que alcahuetea a nadie le dijo a Jacob que si quería dinero seria por su cuenta. Mi madre desde aquel último embarque a Jacob le había puesto el letrero en la frente de: Desaprobado y no quería verme ni en pintura con él.

Pero eso no me importaba para nada, yo lo quería con todos sus errores y virtudes porque sabía que desde el principio que lo vi no iba hacer fácil quererlo… no era perfecto pero aun así decidí vivir en aquel mundo de “Imperfección” y aquí estaba en su habitación el pensando en algo y yo queriéndolo hacer.

Jacob regreso de la cocina con mi jugo de naranja y el sin nada.

-¿No tomaras nada?

-Se acabo el jugo- sonrió picadamente.

Me reí.

-Toma del mío.- se lo acerque a sus manos.

-Ni siquiera lo has probado, no me quieras tanto Heaven quizás es verdad yo no te merezco.

Puse el jugo en la mesa de noche y me levante para quedar a su altura.

Enrolle mis brazos en su cuello, mientras que el se mordió el labio inferior supuse que ya su mente hizo una película.

-Tú eres mi todo Jacob, no me importa quedarme sin jugo solo con que tu estés feliz y verte esa sonrisa me alegras la vida.- acaricie su melena la tenia larga y suave me encantaba hacerlo, hundí mis dedos mas arriba de la nuca y le di el primer beso del día.

-Me preguntaba cuanto más esperarías para hacerlo.- me dio otro beso introducido con su lengua que giraba de un lado a otro con gracia.
-Tú tampoco eres muy fácil que digamos chico.

-Discúlpame.- me miro con esos ojos que matan.

-Disculpas aceptadas.- Deposite un dulce beso en su barbilla.

Me lanzo a la cama sin despegar nuestros cuerpos en el hecho, me reí de goce al ver que ya toda la amargura la mandamos a volar con una patada.

Pero ya sabía que esas palabras serian las ultimas del día acompañados con la despedida me gustaría que Jacob me hablara de Amor al oído que me hiciera sentir que me ama, sé que me lo demuestra con hechos pero aun así era incompleto no me llenaba como quería, no era la mujer más feliz del mundo que digamos. Pero así lo quería no importaba que se me desgarraran las venas de tanto amarlo, no importara cuanto fuera capaz de llorar no me alejaría de él no podía vivir sin esos labios ni un instante.

-Pero el amor se trata de verte feliz no de hacerte sufrir.- dijo una voz desde la nada en mi cabeza, mientras que Jacob me besaba lentamente el cuello haciendo muy obviamente excitarme. Pero sabía poner el límite, limite que en ocasiones me dan ganas de tirar a la mierda y entregarme a él en cuerpo y alma.

Pero no podía le debía respeto a mi madre a mi misma como tal… al ser la primera vez no pedía bajo las estrellas o algo así –Pero bajo la lluvia seria fenomenal- se me escapo ese pensamiento perverso.

Jacob subió mi blusa hasta la parte de mi pecho, bajo la línea de mi ombligo con la punta de su lengua. El sabia cual era mi punto débil y lo utilizaba en cualquier oportunidad  que se le presentara.

-Jacob.-  Gemí no de dolor esta vez de placer, mis pulmones como que ya no me servían me estaban fallando e instantáneamente subí su rostro y lo tome por el pelo.

Lo bese gracia de mi lengua que no paraba de moverse, sabía que nadie me besaría como él a pesar de que él era el Malo no había nadie que podía sustituirle con el iría al mismo infierno si era posible.

-¿Me deseas Heaven?- pregunto entre gemidos.

Como iba a preguntar eso por dentro me estaba muriendo, quería hacer triza su ropa y en el acto la mía.

-No lo… du-des.- me las arregle como pude para responderle.

Aferre mi pierna a su cintura apretándolo fuertemente contra mi vientre, por suerte el trataba de no apoyar mucho su peso contra el mío, si lo hacía no sentiría podía el mundo derrumbarse pero aun así nosotros seguiríamos con esta pasión.

-Te quiero mucho Heaven.- me susurro en el oído.

No me las arreglaría par responderle no le bastaba con el poco aire que tenia ¿¡Me quería dejar sin respiración!?

Sentía que mis piernas se alejaban más y más el las iba separando poco a poco con sus piernas, en vista de que Jacob estaba encima de mí y con su miembro encima de mi Vagina pero por suerte con ropa, nos estábamos elevando mucho los jadeos su cuerpo tan cerca que parecía ser parte del mío.

Mis piernas estaban muy separadas, me dio un poco de dolor pero le hice caso omiso no arruinaría este momento.

-¡Maldita sea!- grito levantándose de golpe por suerte mía me jalo el labio inferior no muy fuerte pero suficiente para que lograra sangrar eran muy delicados.

Puse los ojos como platos, me acomode la camisa y un poco el pelo mientras que Jacob saltaba de un lado a otro apretando su pierna derecha.
-¿¡Que te paso!?- inquirí nerviosa con solo sentir que algo le dolía a mi me afectaba mas.

-¡Rayos! Un calambre en el pie.- se quejo adolorido.

Se fue a la sala con brincos, aproveche para sacar de mi cartera mi cepillo y mi maquillaje me arregle lo mas que pude y me volví a sentar en la cama además ya era muy tarde le había dicho a mi madre que estaba en casa de una amigas cosa que no era cierta.

-Ven un momento.- lo senté en la cama para darle un pequeño masaje en la pierna, a pesar de todo me sentí un poco incomoda porque el calambre estaba muy cerca de su miembro, me preguntaba si él se sentía así pero con gracia en la mirada me dijo que subiera más arriba.

-¿Te duele mucho?- pregunte para deshacer la incomodidad de la escena.

-Me duele mucho el glúteo mayor.- me miro los labios y arrugo el ceño.- ¿Te lo hice yo?

-Si eso creo, pero no fue nada.

-Si sangraste.- dijo con cara de horror.

-Te dije que no fue nada solo fue un pellizco por levantarte de esa manera, no fue tu culpa.

-Claro que fue mi culpa lo siento mucho mi amor.- dejo un pequeño beso en la herida sentí el calor de su labio y se alivio el ardor enseguida.

Hundí mi frente en su cuello.

-Creo que nos fuimos en exceso.- dije para que el supiera que habíamos pasado un poco el limite.

-¿Qué uno hace con tocar y no comer?

Sabía por dónde venía no lo mire y solo me concentre en el masaje.
Subió mi rostro para mirarle bien.

-¿Estas molesta?- inquirió con cierta frustración en sus palabras.

No respondí y quite mis manos de su pierna.

-Se que algún día vas a caer.- rio pícaramente.

Reí guturalmente.

-Lo sé pero no hoy.

-Okey esta vez ganaste tú, para la próxima no tendrás la misma suerte.
-Ya me tengo que ir se hace muy tarde ya son las…- mire mi Reloj.- ¡Rayos!
Ya se habían hecho las nueve le dije a mi madre que era hasta las siete, no me quería imaginar el sermón que me llevaría al llegar a casa.

-¿Te llevo?

-No gracias amor ni siquiera estas en condiciones de manejar esa moto, y a mi mama no es que le guste la idea de que yo este montada en una de esas y menos contigo… tomare un Taxi.

Bufo.

-Está bien como quieras.

Suspire.

-Cuídate mucho por favor no quiero quedarme viuda tan joven.- le suplique.
Rio entre dientes agarro mi mano para sostenerla con dulzura.

-Okey entonces me voy.- me acerque a él para dejar un cálido beso en sus labios.

-Adiós.- dijo con dulzura soltó mi mano y me dejo ir.

Antes de cruzar el umbral de la puerta me devolví para besarlo de nuevo tenía esa costumbre no sabía cuándo volvería haberlo.

Dibujo una sonrisa de medio lado, ya esperaba que lo hiciera.

Lo bese como si fuera el último, lo prolongue pero tenía que estar concentrada en el tiempo el me hacía perder la noción y eso me traería graves consecuencias con mi madre.

-Es mejor que me valla.

Suspiro de nostalgia.

-Te quiero.- dijo de nuevo.

-Yo mas corazón.- antes de irme me levante de puntillas y le tire un guiño  por encima del hombro él respondió con un beso al aire y me fui.
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Hola chicas aqui les traigo este nuevo al igual que sin Reglas ni Edad espero que les guste gracias por el comentario mi lobita... bueh como ven se trata de deseos y esas cosas incluyendo el amor asi que voy a tener que activar mi lemmon aunque soy muy inocente con eso pero bueh... esta historia es como mas personal porque me paso y utilice mi nombre porque ¡Estoy cansada de que bella aparezca en todos lados! XD  
Saludos espero que les guste.

Hasta que mi corazon deje de latir.

miércoles, 2 de noviembre de 2011




 Sin Reglas ni Edad…
Autora: Heaven Masen

Porque yo ponía las reglas y ellos las acataban, me gustaba como soy el que fuera capaz de cumplirlas se ganaba el cielo y el que no se ganaba el infierno. Apenas podía hablar de amor esa palabra estaba excluida de mi diccionario no quedaba tiempo para tonterías en mi mundo solo quería disfrutar vivir Relax… sin ningún perrito faldero a quien darle explicaciones y mortificándome con ello por dios ¿¡quien dice que necesitamos hombres para vivir!? - Muchas chicas de hecho diría yo-

Mi mundo solo lo encabezaba el pasado la tristeza y la soledad, algo que me dejaba un mal sabor en la punta de mi estomago.

Me llamaban la pateadora si solía serlo ¡claro que lo era! la verdad no sabía en qué me había convertido de un tiempo para otro ¿chocolates y flores? Quién diría que ese personaje me terminaría arruinando mi vida la que yo llamaba más que perfecta era mía mi forma de vivir, mi estilo lo que me diferenciaba entre la cochina y puta sociedad en la que ahora vivíamos. Había logrado cambiar mi forma de pensar tan radical que un día me había mirado en el espejo fijamente y no me llegaría a reconocer en absoluto.

Irónico fue ese personaje que había llegado a mi vida es verdad lo que decían entre el amor no hay edad, apoyaba lo de la edad pero le agregaría sin reglas porque ese era mi mayor estimulante mi consecuente de la estupidez e inmadurez mi vida se titulaba por eso por aquella frase: “Sin Reglas ni Edad”.

I parte


-¿Qué rayos haces?- le había gritado al estúpido que había puesto mostaza en vez de kétchup en mi perro.-Te dije que sin mostaza imbécil.- se me quedo mirando de arriba abajo debió ser por mi atuendo tan negro y desconfiado o era mi pelo que no me lo había peinado como siempre. No sabía lo que era ni tampoco me importaba solo me miraba extraño porque quería, porque no me la pasaba las 24horas del día metida en la peluquería o en tiendas de ropas lo único que me importaba era estar bien conmigo misma el mundo me valía mierda de ellos no me alimentaba y era muy cierto lo que pensaba.

-¿¡Que miras!? ¿Quieres una maldita foto o qué?

Su boca se abrió de impresión y sus ojos se movieron desorbitados, empezó a preparar otro perro calientes ni siquiera era capaz de sostenerle con fuerza.

Lo fulmine con la mirada, mientras que sus cachetes se enrojecían de temor.

-¡Vamos!- irradie de ironía. Di la vuelta esquivando el carro de perros lo empuje para alejarlo.- No puedes ser tan inútil porque tu mama no pudo.- empecé a preparar el perro como lo había visto siempre no le había echado mostaza sino Kétchup tal como lo quería lo termine y lo sostuve admirándolo por unos segundos.

-Ahora si… se lo puede comer se-ño-ri-ta.- tartamudeo.

Me pase la lengua entre mis comisuras y resople.

-No. ya no lo quiero sabes ahora que me acuerdo tampoco me gusta la kétchup y este tiene mucho tanto que me dan ganas de vomitar.- negó la cabeza confundido ante mis palabras.

-¿A ti te gusta la Kétchup?- le pregunte con carita arrepentida y con la voz más angelical que podía salir de mi.- Por que esto tan delicioso no se puede desperdiciar así como así.

Asintió lentamente y trago en seco por su físico necesitaba un camión de estos.

-Pues me alegra.- Admire por última vez el perro antes de que se convirtiera en nada me dio hasta tristeza.

Suspire. Luego se lo lance al rostro y se lo restregué lo mas que pude.
-Pues hay lo tienes, aprende a atender a tus clientes es para que los vendas no para que te los comas todos idiota.

Le dedique una sonrisa retorcida di la media vuelta y me fui tan campante como campanita. Sentía muchas miradas a mi dirección y analice a toda la gente que lo hacía con asco me reí lo mas que pude disfrutaba mucho de esto era mi Hobby era así y nadie me podía cambiar ni siquiera el mismo Dios si es que en verdad existía.

Se preguntarían porque era de esa manera porque me empecine con un pobre hombre que se ganaba la vida con perros calientes. No hallaría como explicar mis reacciones tan desprevenidas y locas claro ayudaría un poco agregar a mi padre alcohólico mi mama en un manicomio consecuencia del carácter de mi padre y mi hermano sicario jugándose la vida en las calles y yo una estúpida cajera que apenas podía ayudar con la renta del apartamento si es que se podía llamar así ese cuchitril de poca clase. Mi vida no era de color rosa ningunas lo eran pero la mía no le agregaría un “Felices para siempre” pero la aceptaba con orgullo.

No sé como mi Hermano había llegado a vivir matando a la gente a sangre fría, pero decía que ya estaba arto de la vida opinaba lo mismo que yo la vida era una completa y total mierda no había servido en los estudios y decía que quería servir en algo quería morir haciendo algo, así fuera matar. No le importaba los 10 mandamientos “no matareis” era el más importante él había roto esa regla no solo esa todas en total.

Pero no me importaba él era mi padre y mi madre mi hermanito querido la única razón por la que estaba viva si es que lo estaba, solo que algunas veces parecía muerta en vida después de todo ese era mi segundo sobrenombre que el tonto de mi hermano me había puesto para molestarme y sí que lo hacía.

Mi padre no lo veía como ejemplo alguno no le sentía ningún cariño solo lastima y asco nunca había llevado esa figura como tal lo odiaba por viejo verde, lo odiaba con toda mi alma por haberme hecho eso… eso que se convertía en la más grande cicatriz de mi vida no quería mencionarlo lo llevaría hasta la tumba si no fuera por mi hermano desde hace tiempo estaría bajo tierra comiéndoselo los gusanos como basura como la gran basura que era.
Pero a ese tarde o temprano le llegaría su navidad eso lo juraba.

Y mi madre que podía decir de ella nunca la visitaba no le podía mirar a los ojos, de todos modos a nadie reconocía solo vivía en su pequeña Burbuja en su pequeño mundo aunque me hubiera gustado estar en su posición así no mirase a mi alrededor y no me acordara de que mi vida era un desastre.
Iba rumbo a mi trabajo no había logrado desayunar claro estaba.

A lo mismo de siempre a la gente estúpida mirando mi cara y a los niños ridículos burlándose de mi forma de vestir.

-¿Como esta mediocre?-salude al guardia que trabajaba en el Super Mercado.
Me dedico una sonrisa retorcida, al igual que yo se la devolví con más entusiasmo me caía de la patada era la realidad exclusivamente todos y más aun una chica que no paraba de hablar estupideces.

-¿Cómo estas tarada?- salude a la compañera de trabajo cotorra.

Era de estatura baja , su piel era blanca parecía un papel y su cabello de color bronce, sus ojos eran negros y brillaban por cada cosa que sucediera en este planeta su sonrisa loca y blanca y su atuendo tan rosa y coqueta como nadie, era única entre todas las chifladas que existían en este mundo eso lo podía asegurar.

Me miro firme pero luego sonrió estaba demente había hecho hasta lo imposible para que ella me odiara y nada había funcionado hasta había llegado al límite de simular que tenia piojos en la cabeza y nada aun seguía hay.

-Eres tan fastidiosa ¿Lo sabías?- le dedique una sonrisa obligada.

-¿Como estas amichí?- se acerco a mí corriendo como una bailarina acortando nuestros pasos y me dio un abrazo que apretó mis órganos internos.

-¿¡Qué haces loca!?- la aparte a centímetros de mi cuerpo.

-Es solo un abrazo.- se quejo.

-Casi me matas caray no me gustan y menos viniendo de ti.

-Si lo sé pero igual te considero como una amiga y solo me preocupo por ti, alguna veces pareciera como si estuviera desde el principio relacionada contigo.- su cara afligida hacia que me sintiera culpable por un momento le hice caso omiso a ello y me concentre en esquivarla.

Bufe.

-Que profunda me llego al alma créeme Heather.

Se cruzo de brazos y levantaba las cejas esperando algo mejor que saliera de mi boca.

-Te saldrán Raíces, porque nunca… ni lo pienses.- le advertí antes de que pusiera esa carita de perrito degollado que tanto odiaba y me hacía sentir tan culpable.

-Se que tu y yo somos tan diferentes.- me miro de arriba abajo con esa cara de pocos amigos, me había dicho una y otra vez que ella me ayudaría a cambiar mi forma de vestir y todo de mi. Pero desde luego me negué a su consejo me sentía bien conmigo misma, eso creía o no estaba segura pero no cambiaria le tenía miedo a ello.-Pero en el fondo tenemos algo en común, nuestras vidas son una mierda aunque yo trate de vivirla a color de rosas.

Me quede anodada no se qué le había pasado que ahora hablaba cosas coherentes muy bien dichas que no concordaban con lo normal de todos los día que podía decir ella.

-Señorita Heaven, Señorita Heather es hora de trabajar ¿Que están esperando aumento de sueldo? ¡Qué más soñaron!

-Estúpido imbécil, ¿que se cree? el cara de aborto ese.- grite para mis adentros.

Lo fulmine con la mirada y me dirigí a mi lugar de trabajo. Si no fuera porque necesitaba este trabajo para mi mismo sustento mandaría a ese cretino a los mil demonios.

Y así transcurrió el día como toda la rutina quejosa de mi vida, esta vez me sentía de mal humor de mal todo no había algo que me emocionara y me alegrara mi negro día.

Ya eran las 6:00 y había sonado el timbre de salida, arregle mi bolso y mi chamarra para cerrar la caja y dejar todo en orden-Disculpe Señorita.- me hablo aquel hombre que estaba justo enfrente de mí esperando que le cobrara los productos que muy tarde había comprado.

Su pelo era castaño  que refulgía de acorde con su piel, sus ojos eran color caramelo con un tés marrón eran hermosos su perfil era perfecto casi detallado por los Ángeles y su dentadura tan blanca y radiante, su atuendo de chico guapo nada parecido a lo estrambótico sus labios tan rosados que me parecían fresas. Era el chico más hermoso que había conocido en mi vida eso lo podía jurar.

Parpadee dos veces antes de poder pronunciar una sola palabra.

-Ya estamos cerrando lo siento.- podía haber quedado muy impresionada con él, pero nada del otro mundo no me doblegaría por un chico que parecía ser perfecto.

-Necesito las cosas, hagamos solo una acepción esta vez.- me suplico.
-Para ser un desconocido detallarte con mi mirada y simular que eres una buena persona, lo voy hacer es mi trabajo después de todo.

Curveo sus labios de medio lado, haciendo una sonrisa… es que todo le quedaba bien no había error en ese chico.

Mientras que sacaba la cuenta con apuro antes de que el jefe me viniera a gritar, antes de que pasara la pena más grande de mi vida.

-Como se llama Señorita.- pregunto curioso.

-Estoy simulando que te conozco pero no que te tenga que decir mis datos y mucho menos como me llamo.

Se rio entre dientes.

-Mi nombre es Edward.- estiro su mano cordialmente.

-Yo no te pregunte, y no me interesa saberlo.

- ¡Auchs! Eso duele, sé que no eres muy amable que digamos pero quizás podrías hacer otra acepción con este pobre chico.

Me reí a duras penas, luego enderece mis labios de nuevo.

-Vez que no cuesta tanto sonreír me merezco al menos saber tu nombre por hacerlo.

-¿¡Me cobras por reírme!? Se suponía que era gratis.

-¡Señorita Heaven!- grito mi jefe lo que más me temía.

-Creo que te metí en serios problemas Heaven.

Le dibuje una sonrisa de medio lado obligada desde luego.

-Crees muy bien… eres muy listo para armar conclusiones.- hable lo mas sarcástica que podía.

Se rio de nuevo.

-Lo siento mucho.- se disculpo.

-Yo lo siento más.

Había terminado de cobrarle, había hablado con el jefe se había echado la culpa de todo. No era para mas lo tenía que hacer después del regaño que me habría llevado pos su culpa.

 Pero antes de irse me había dejado su número de teléfono.

No sé si lo llamaría no lo conocía solo su nombre y podía estar muy espectacular y todo pero nada a que arrodillarme me apegue a  eso, los hombres solo son un fastidio y si llegase a pasar algo seria sin compromiso nada de amor solo placer de una noche.

No estaba acta para un: “Juntos por siempre y para siempre”.

Solo una vez me había aceptado las cosas en serio ese era el momento donde podía decir que era feliz que mi sonrisa se podía mantener por horas, un Hombre muy mayor… claro más que yo 30 y yo 19 pero aun así no lo aparentaba me hacia subir a los cielos con su sonrisa, era una inexperta en el amor para ese entonces  eso para mí era como fresas con crema en la boca, el me acepto con mis errores nunca se burlo de mi al contrario el me ayudo a superarlos a superar mis temores, mi vida era feliz como nunca antes no existía rencor no existía el odio.

Cambie… cambie todo de mí y me gusto me sentía bien conmigo misma podía cerrar los ojos y caminar segura a su lado… pero como todos dicen solo era un Cuento un cuento que así como empezó… terminaría. Un día me dejo una carta diciendo que no se arrepentiría nunca de lo que paso entre nosotros pero que tenía que irse… y que fuera yo en todo momento que no tuviera miedo al caminar porque mis pisadas ya eran estables… y un adiós que dejo después de tanto amor.

Me dolió como nada tuve que darme mil golpes en el pecho pero aun así hasta el sol de hoy aun le siento aun siento sus labios en mi cuello siento sus manos en mi espalda aferrándome a su pecho… el me hizo mujer nunca lo podía olvidar camine con los ángeles ese día me entregue en cuerpo y alma y de nada sirvió de nada valió solo dejo un enorme hueco en mi corazón.

Y desde ese día dije que no volvía amar que nadie me volvería a lastimar… y si del odio y el desprecio de la gente tenía que vivir lo aceptaría.

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Hola chicas aqui les traigo esta nueva historia no durara mucho por lo que veo... espero que les guste soy muy sencilla con las palabras en realidad pero espero que les guste ire publicando cuando pueda y uno o dos dias ya veran otras nuevas.
Un beso gracias por los comentarios yess, anto y a lluvias en el silencio de la noche.
Hasta pronto.

sábado, 29 de octubre de 2011

Lo que vuelve a seguir del 6 capi: Absolucion.

-Es broma.- respondió sarcásticamente.

-Que bromas tan pesadas no crees Jacob.- le dije con voz alterada.

-Oye lo siento Bella no fue mi intención decirlo solo fue…

-Porque no me haces un favor, si lo sientes tanto porque no me dejas a solas en mi habitación.

-Pero yo…

-Por favor no te lo quiero pedir de mala gana.

Desde ese momento sentí una llama en mis venas en mi sangre, no la podía controlar quería hacerle daño a cada persona que estuviera a centímetros de mi vista no sé que era esto este nudo en la garganta de desesperación. Sabía que mi mejor calmante era estar sola en mi habitación, esto era muy extraño nunca me había pasado sentía una rabia tan enorme nada más porque respiraban cerca de mi o por cualquier cosa que él me pudiera decir, sabía que si no lo corría esto se iba a poner peor.

-Solo hable demás ¿¡no te vas a poner de esa manera porque te dije eso!? Bella.

-Lárgate de una vez.- grite enfurecida no lo podía controlar me nacía porque si.

Me miro con cara de frustración alzo las mano hacia su pecho como pidiendo tiempo y se marcho por la ventana.
-Bella.- grito Charlie desde la puerta, pero no le quería abrir cada vez esta sensación se iba convirtiendo en parte de mi por cada palpitación que daba este le seguía el volante y tomaba la delantera sin darme tiempo.

-Estoy bien… déjame en paz.- volví a gritar más fuerte.

-Abre la puerta por favor Bella, esto no te hace bien.

-¡Maldita sea! Déjame tranquila, que vas a saber sobre lo que me hace bien o no, cuando mama se marcho porque nunca supiste lo que la hacía feliz.- decía cosas incoherentes no era yo algo había que no me dejaba aclarar nada, iba poco a poco perdiendo la noción del lugar. ¿Quién era? o ¿cómo me llamaba? Se hacía invisible en mi mente bajo los pocos recuerdos que se daban al instante.

Cuando casi no tenia aliento mis manos temblaban y buscaban mi cuero cabelludo como tranquilizador, me levante de la cama mire a mi alrededor y no pude reconocer en qué lugar estaba, quería sacudirme todo este enredo con agua fría tan fría que me dejara en shock y eso fue lo que hice me metí a la regadera mientras que me miraba y aborrecía mi cuerpo esta mordida en mi mano tan vivida que seguía latente conste el tiempo. Imágenes de misterio y horror llegaban a mi cabeza como una especie de electroshock  que me segaba la vista me mordí la mano para no sollozar de dolor.

 
Di mi toque final me había estado mordiendo tanto que me había llegado a romper, esa cosa roja que bañaba mis muñecas y el sabor dentro de mi boca era escalofriante ya mis ojos no sabían a que dirigirse se encontraban perturbados por el momento.

-¿¡Que me está pasando!?- quería una explicación a todo esto, a todo lo ilógico aquella persona que me acorralo contra mi voluntad y esta reacción tan desfavorable que sentía.

Ya empezaba a cesar el ruido de los castañeteos al igual que el de la regadera todo ya se volvía tranquilo era porque ya estaba hasta la última gota empezaba a ver todo rojo se supone que se vería blanco pero no este era diferente, pero aparte de eso pude ver otra figura justo delante de mi no era Jacob ni Charlie este era Blanco como la cal era el otra vez, había agarrado mi mano y empezaba a deleitarse con el olor de mi sangre pero esta vez no tenía ni una pizca de fuerza… solo estaba esperando una absolución la de vivir o morir.

-Acaba… con esto de una vez.- tuve fuerza para decir esas palabras, esperaba que no hiciera caso omiso y acabara con todo pero no pude seguir mas  y me rendí por completo.

Antes de eso volví a escuchar aquella voz… aquella voz de Edward.-No te hagas más daño, por favor Bella, no lo hagas.- pero supuse que era solo un sueño y no quise hacer nada para evitarlo.

No tarde para despertarme y cuando lo hice yo yacía en mi cama con ropa seca y una venda en la mano que cubria mi herida… mire la puerta y aun seguía cerrada al igual que la ventana… y no halle la explicación de esta absurda y extraña situación.
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Hey!!! aqui les dejo lo ultimo de este capi... gracias por pasarte yess yo tambien te extrañaba "Mi lobita" y gracias anto por esas palabras de aliento, tu no te quedas atras admiro y mucho tu talento.
besos y abrazos.
nos leeremos pronto.
"Hasta que mi corazon deje de latir"