martes, 7 de junio de 2011



Capi #2: Primer día.

Ya estaba lista para enfrentarme a las mil miradas de esa Universidad que para mis ojos era totalmente desconocida. Había tenido una de dos la Universidad de Alaska y la de Florida que me había recomendado Mi madre, pero hasta el sol de hoy solo pude decir “Tanto nadar para morir en la orilla” pero tenía que acostumbrarme a esta nueva rutina.

Cuando ya estaba en las sala para que Charlie me diera la buena suerte y de una vez irme el ya no estaba había madrugado para ir a la comisaria.
Llegue a la universidad de Forks llamada “Lazan sindis”, que rayos estaban pensando cuando le pusieron ese nombre.

Me baje del auto con la vista ausente sin especificar a alguien en común… pero no podía tapar el sol con un dedo las piernas me temblaban y mi corazón se volvía un tambor.

¡Vamos!-dijo una voz dentro de mí.

Pero ya era tiempo de esforzar un poco de mí… y no caerme por las estupideces de la gente. Me deslumbro mucho que casi nadie me prestara tanta atención… claro antes lo hacían, consecuencia de que, solía salir con el chico… extraño, fuera de lo normal y el más guapo del instituto.

Llegue al salón, y el profesor me dio las indicaciones necesarias para empezar el día de hoy. Entre todas esas caras, estaban “Mis amigos” que por suerte habían tocado en la misma que yo… aquellos con los que antes solía compartir. No se tomaron la molestia de mirarme así que yo vacile y tampoco lo hice, me senté en lo más oculto de la parte de atrás de los asientos por supuesto, pero no sola no estaba vacío y que mas me quedaba era el ultimo que quedaba la puntualidad no era mi fuerte y tenía que sufrir las consecuencias. Pero aquel chico era más feo que pegarle a mi madre, y no soportaba no mirarle esto no se veía gratis todos los días.

Era Blanco su cabello rojo que parecía una zanahoria, sus mocos se veían sin fijarse bien, pecoso hasta la china, y dos verrugas llamadas “Colombia” y “Venezuela” peleando en el labio inferior para ver quien se quedaba con la mejor parte.

-Espantoso.- pensé para mis adentros después de completar aquella definición.

Hay empezaron las largas horas de clases, y la cadena del profesor… ¿Ciencia? A pesar de que soy buena en rendimiento académico, todas esas cosas me fastidiaban solo me concentraba en las gotas de lluvias que resbalaban por la ventana, no quería ver más aquel chico nunca más, por suerte había elegido la carrera de Criminalística así averiguaría quien cometió aquel crimen de traer al mundo a aquel chico.

-Señorita Swan, dígame ¿Cómo se hace para descomponer una Reacción química?

 Sacudí la cabeza para despertar de esa hipnotización que tenía en ese momento con las ¿¡Gotas de lluvia!?

Ya sabía la respuesta así que no me angustie tanto, para responderla. Como era de suponerse todas las miradas estaban en mi dirección, así que trate de no hacerlo rápido así mi lengua no se enredaría con las palabras.

La respondí correctamente casi sin tartamudear y Salí ilesa.

-Muy bien, Señorita Swan… solo trate de prestarme atención, mientras explico mi clase.

Asenti. 



Y luego prosiguió con su clase. Solo que esta vez mi mirada estaba al frente, pero seguía indiferente con relación a su explicación. Ya estaba ansiosa porque el timbre sonara, este día no había sido el mejor ningún día lo seria de eso estaba segura.

Gracias a dios- dije en pensamientos. Ya había sonado el timbre. Fui al Comisaria como me lo había propuesto, pero ya Charlie había terminado con su trabajo.

Llegue a la casa y Charlie se encontraba en las mesa con un documento que chequeaba y chequeaba pero nunca parecía llegar a la conclusión, note como las arrugas de su frente se punteaban más profundas. Estaba preocupado por algo conocía aquellos gestos.

-¿Pasa algo?

Se encogió de hombros y apretó los dientes.

-¿Qué sucede?- volví a preguntar ya estaba empezando a preocuparme. No había visto a Charlie así desde que… murió Harry Clearwater.
Soltó un gemido.

-Bella. Es que Billy…

-Billy que papa me estas asustando.

-… ha muerto. Completo aquella frase con un gran dolor en su pecho.

Mi piel se erizo no lo podía creer, Jacob me había comentado que estaba enfermo pero no pensé que sería algo tan grave.

-¿C-como es posible?- trague en seco, todavía no lograba asimilarlo.
Lo abrase tratando de consolarlo pero el trataba de no revelar su sufrimiento solo ahogaba su dolor.

-¿Cómo paso?

-Nadie lo sabe bella, al parecer son los mismos casos que desde hace tiempo no se frecuentaban… las mordidas, tal vez pudo haber sido un animal salvaje no sé todo esto… es muy confuso aun para mi.- apenas lograba hablar. Lo abrace con más fuerza.

Billy estaba muerto y era lo único cierto. No me llegaba a imaginar cómo estaría Jacob.

Así que enseguida encendí el auto para ir a ver a Jacob. Aunque eso pareciera ser un intento inútil, podían sentir mi presencia desde lejos. Llegue en tiempo récor y ahí estaba toda la familia reunida, quería devolverme solo lograría ser un estorbo pero no podía dejar a Jacob solo, no en esta situación.

Me baje y llegue hasta ellos de una u otra forma todas las miradas estaban concentradas en mí, pero Leah no solo me miraba. Quería fulminarme con solo ese gesto no esperaba más de ella, nunca le he caído bien tal vez era por haberme mesclado con vampiros, y ahora mucho menos que uno mato a su padre.

-¿Jacob donde esta?- dije casi en un susurro -Necesito saber donde esta.- volví a suplicar. Me mordí los labios debido a la frustración.

Escuche un Gruñido ligero provenía de ¡Leah! Se acerco a mí lentamente, veía como sus lágrimas salían de sus ojos sin ningún impedimento aunque su postura era fuerte. Solo una brisa ligera la tumbaría nunca la había visto de esa manera.

-¿Qué haces aquí? No te basto con juntarte con los ¡Malditos chupasangre! Para ahora venir con cara arrepentida a sentir lástima por Jacob.

-Y-yo solo…- serré mi bocata no podía decir nada, nada de lo que digiera la haría cambiar de opinión.

-Tu nada Bella.- gruño aun más fuerte. Sus pies adoptaron una pose firme al igual que su inclinación, ¿se transformaría? No sería capaz ni siquiera yo sabía de lo que ella era capaz de hacer.

Vi como una parte inferior de sus dientes relucían en sus labios, soltó un gruñido sanguinario y, lo último que vi fue un gran enorme lobo en el aire saltando hacia mí. No pude mantener los ojos abiertos no quería ver cómo hacia de mi cuerpo trozos de carne, no era una manera bonita de morir pero si aceptable creía yo.

Sentí como una brisa ligera, y un olor a perro favorable se poso enfrente de mis narices. Ya sabía quién era así que abrí los ojos Jacob ya estaba transformado en lobo mientras que a los lados de Leah se encontraba Seth  y Sam transformados también, no pretendían detenerla con su forma humana a pesar de ser femenina Leah era fuerte y ágil.

Mientras la mirada de Leah todavía seguía posada en mí con esos ojos enormes pidiendo Venganza.

-Jacob.- masculle.

2 comentarios:

Yess de Withlock dijo...

fabuloso!; me dejaste intrigada lo bueno que lo completaste en el otro n.n}
Besos

Heaven Masen dijo...

JAJJJAJA... graciias yesss.
se te kiere.